Síndrome del Impostor en Profesionales Sanitarios
El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el cual las personas, a pesar de tener logros y habilidades evidentes, tienen un miedo persistente a ser descubiertas como «fraudes» o «impostores», y sienten que no merecen el éxito alcanzado. Este fenómeno afecta cada día a más profesionales. Y los sanitarios no son una excepción.
Los profesionales sanitaros, en este mundo cada vez más visible y “examinado” en las redes, pueden experimentar el síndrome del impostor por varias razones:
Presión por demostrar
Presión profesional: La presión por ofrecer contenidos y resultados excelentes a los pacientes de forma continuada.
Comparación con otros profesionales: Cada vez es más habitual la comparativa constante con otros compañeros de tu misma especialidad.
Presión por demostrarTE
Perfeccionismo: Sentir que nunca estás haciendo lo suficiente o que tus habilidades no son lo bastante buenas.
Inseguridad sobre el conocimiento: Sentirte inseguro sobre si estás actualizado con las últimas técnicas y conocimientos.
Miedo a la crítica
Feedback negativo: El miedo a las críticas constructivas o comentarios negativos, no solo de los pacientes, sino de los propios compañeros u otros profesionales, puede aumentar el sentimiento de inseguridad y alimentar el síndrome del impostor.
Identificar si estás experimentando el síndrome del impostor puede ser complicado, ya que este fenómeno puede manifestarse de manera diferente en cada persona y en diferentes situaciones. Sin embargo, aquí hay algunas señales comunes que podrían indicar que estás experimentando el síndrome del impostor:
- Dudas sobre tus logros: A pesar de tener evidencia objetiva de tus habilidades y logros, te sientes inseguro y tienes la sensación de que no mereces el éxito que has alcanzado.
- Atribución del éxito a factores externos: Cuando tienes éxito, tiendes a atribuirlo a la suerte o a circunstancias externas, en lugar de reconocer tu propio mérito y habilidad.
- Miedo a ser descubierto como un fraude: Tienes un miedo persistente de que en algún momento los demás descubran que no eres tan competente como aparentas ser, y que te consideren un fraude.
- Comparación constante con los demás: Te comparas constantemente con tus colegas u otras personas en tu campo, y te sientes inferior o inadecuado en comparación con ellos.
- Perfeccionismo extremo: Tienes estándares extremadamente altos para ti mismo y te exiges ser perfecto en todo lo que haces. Los errores o las críticas te afectan profundamente y refuerzan tus sentimientos de ser un impostor.
- Evitas desafíos o nuevas oportunidades: Te sientes incómodo al aceptar nuevos desafíos o oportunidades, ya que temes no ser capaz de cumplir con las expectativas o estar a la altura de las demandas.
- Auto-sabotaje: Te saboteas a ti mismo, pospones tareas importantes o te autolimitas debido a tus sentimientos de ser un impostor.
- Ansiedad y estrés: Experimentas ansiedad, estrés o incluso síntomas físicos como resultado de tus sentimientos de ser un impostor.
Para combatir el síndrome del impostor, algunas medidas que puedes tomar son:
- Buscar apoyo y orientación de profesionales especializados.
- Además de ello:
- Relativizar todo lo que veas y escuches en redes…
- Reconocer y aceptar los sentimientos de duda y temor como algo común y normal.
- Reflexionar sobre los logros y éxitos alcanzados en el pasado para ganar confianza en las propias habilidades.
- Establecer objetivos y expectativas realistas
- Reconocer que es normal cometer errores y aprender de ellos.
- Establecer en tu día a día herramientas para determinar áreas de mejora de la forma más objetiva posible, y ponerte manos a la obra.
- Adoptar estrategias de autocuidado que te sirvan para mantener un equilibrio emocional y mental saludable.
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